20 reales 1859: Cómo saber si es falsa

Las monedas antiguas, como los 20 reales de 1859, son piezas altamente valoradas por coleccionistas y numismáticos. Sin embargo, debido a su rareza y valor en el mercado, existen muchas falsificaciones. Aprender a identificar una pieza original de una copia es fundamental para evitar estafas y asegurar una compra segura.
Material y composición
Uno de los primeros aspectos a revisar es el material con el que está hecha la moneda. Los 20 reales de 1859 fueron acuñados en plata de alta pureza, por lo que una falsificación hecha con otro metal puede notarse fácilmente. Una prueba sencilla es usar un imán: la plata no es magnética, por lo que si la moneda es atraída por el imán, es falsa.
Detalles en el diseño y relieves
Las monedas originales presentan un alto nivel de detalle en sus grabados. Observa con atención elementos como:
- El busto de la reina Isabel II: Debe ser nítido y con contornos bien definidos.
- Las inscripciones: Deben estar bien alineadas y sin errores ortográficos.
- El escudo de armas: Su simetría y detalles deben ser precisos.
Cualquier señal de borrosidad, letras mal formadas o grabados poco definidos puede indicar una falsificación.
Peso y dimensiones
Las monedas originales de 20 reales de 1859 tienen un peso y diámetro específicos. Lo ideal es contar con una báscula de precisión y un calibrador para medir:
- Peso: Aproximadamente 26,29 gramos.
- Diámetro: Cerca de 37 mm.
Si los valores difieren significativamente, la moneda podría ser una falsificación.
Prueba del sonido
La plata tiene un timbre característico al ser golpeada suavemente con otro metal. Una forma de probarlo es dejar caer la moneda sobre una superficie dura y escuchar el sonido que produce. Las monedas de plata genuinas emiten un tono claro y prolongado, mientras que las falsificaciones suelen producir un sonido opaco y corto.
Inspección con lupa o microscopio
Usar una lupa de aumento o un microscopio puede revelar imperfecciones en la moneda. Busca:
- Pequeñas burbujas o irregularidades en la superficie.
- Marcas de moldeado, indicativas de reproducciones de baja calidad.
- Microdetalles que podrían faltar en una falsificación.
Certificación y procedencia
Si deseas estar completamente seguro de la autenticidad de tu moneda, puedes recurrir a expertos en numismática. Llevarla a una casa de subastas reconocida o a un especialista en monedas antiguas te permitirá obtener una certificación de autenticidad.
Determinar si un 20 reales de 1859 es falso requiere atención a detalles como el material, diseño, peso y sonido de la moneda. Usar herramientas como una lupa y consultar con expertos puede ayudarte a evitar fraudes y asegurar una adquisición genuina. Si tienes dudas, siempre es recomendable acudir a un especialista en numismática antes de realizar una compra.
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